domingo, 27 de octubre de 2013


Puerta del Sol 2


Aunque este arrabal extramuros de Madrid empieza a poblarse desde las últimas décadas del siglo XV, según referencias que aparecen en las actas del Concejo a finales de ese siglo, y va desarrollándose a lo largo de los siglos XVI y XVII, como nos indican las múltiples citas de Cervantes, Lope de Vega, Tirso de Molina, Calderón, Moreto, Vélez de Guevara y otros escritores del Siglo de Oro, no empieza a adquirir importancia en la vida de la Corte hasta el siglo XVIII especialmente con la construcción de la Real Casa de Correos en 1747 y el motín de Esquilache algunos años después. En los escritos de Ramón de la Cruz encontramos muchas referencias a la Puerta del Sol en este siglo.

Ya desde 1701 la estrecha plaza fue testigo de las entradas y huidas de la Corte de Felipe de Anjou y el Archiduque  Carlos de Habsburgo, en las batallas que  libraron por el trono de España en la Guerra de Sucesión. El primero recibido por los madrileños con aclamaciones y simpatía y el austriaco con hostilidad y desprecio.  Tanto que el general francés Vendôme dijo “Jamás vi tal lealtad del pueblo con su rey” y el archiduque Carlos, ante cuyo paso se cerraban puertas y ventanas,  comentó: “Esta ciudad es un desierto"

Varias décadas después, en 1776, la Puerta del Sol, junto con la Plaza Mayor y la de Antón Martín, volvió a ser escenario de multitudinarias manifestaciones con ocasión del motín de Esquilache.

  
                                                                        Así vio GOYA el Motín

Unos años antes la plazuela había sido objeto de una ampliación para la construcción de un edificio que se mantiene en nuestros dias: la Casa deCorreos. 

Reinando Fernando VI el arquitecto madrileño Ventura Rodriguez recibió el encargo de edificarla pero, con la subida al trono de Carlos III en 1759,  fue el arquitecto francés Jacques Marquet el designado para construirla y a Ventura Rodriguez se le encomendaron los pisos. Aunque Marquet había venido a Madrid para encargarse de la pavimentación de la ciudad, trabajó también en Aranjuez y El Escorial. Pero la crítica popular comentó en relación con la ejecución de esta obras: “Al arquitecto la piedra, la casa al empedrador”

La Casa de Correos estaba destinada a la estafeta y correspondencia del Reino, pero el Conde de Aranda, gobernador del Consejo y capitán general de Madrid, hizo que en ella se colocara un gran “cuerpo de guardia o de prevención”, dada la situación estratégica  de la plaza en la entrada de la ciudad y como lugar de encuentro de los madrileños y escenario de posibles algaradas. El motin de Esquilache y los múltiples y variados sucesos que en la Puerta del Sol tendrían lugar en tiempos posteriores darían la razón al gobernador. Pero esta decisión de carácter militar o policial obligó a Marquet a sacrificar la colocación de una gran escalera principal, lo que dio lugar a la leyenda de que su falta se debió a un olvido del francés, que terminó su obra el año 1768.



Dibujo de la Casa de Correos del Senior de la Delegación de Madrid Antonio Hurtado de Mendoza


En el siglo XIX se levantó sobre el eje de la portada una torrecilla para colocar en ella el reloj que había estado en la vecina iglesia del Buen Suceso, derribada en 1854. Doce años mas tarde un relojero leonés establecido en Londres, José Rodríguuez Losada, construyó y regaló a Madrid el reloj que todavía funciona en lo que fue Real Casa de Correos y mas tarde Ministerio de la Gobernación, Dirección General de Seguridad y, por fin, sede del gobierno de la Comunidad de Madrid.
El reloj que ha dado desde entonces la hora oficial del pais y las tradicionales campanadas de los cambios de año, parece que en sus primeros tiempos no funcionaba muy bien y el gracejo madrileño pronto le aplicó un maledicente –y no siempre justo  - comentario:
                        
                                      “Este reló tan fatal
                                      que hay en la Puerta del Sol
                                      -dijo un turco a un español-
                                      ¿por qué funciona tan mal?”
                                      Y el español con desparpajo
                                      contestó cual perro viejo:
                                      Este reló es el espejo
                                      del Gobierno que hay debajo”.


Tanto durante la segunda mitad del siglo XVIII como en los dos siguientes la Puerta del Sol, al convertirse en escenario principal de la vida de la capital, ha sido objeto de muchas reformas y modificaciones. De ello se hablará en otro capítulo.

Pero las obras y urbanizaciones aun no han terminado. Precisamente el día 30 de septiembre pasado el Colegio de Arquitectos de Madrid, apoyado por el Ayuntamiento y la Comunidad, puso en marcha un nuevo proyecto de cambios, bajo el lema PIENSA SOL que se ha presentado como un foro de reflexión con debates abierto a los vecinos, comerciantes, sociólogos, historiadores y urbanistas  y un concurso internacional de ideas para recoger propuestas sobre como debe recuperarse y mejorar la Puerta del Sol, “foro destacado de la vida política y social española”, actual “lugar de paso” por el que cada año (se dice) transitan 50 millones de personas  y al que el Colegio de Arquitectos quiere convertir en “zona estancial”.

La idea ganadora se conocerá en 2014. Si nuestros lectores tienen algún proyecto especial pueden aportarlo. Esta es la ocasión. Y también de contemplar una interesante exposición en la sede del citado Colegio en la que se presenta una maqueta a escala 1:10 con fotografías, audiovisuales, información histórica y datos relevantes de la histórica Plaza.


                                                                                         

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