Puerta
del Sol 2
Aunque
este arrabal extramuros de Madrid empieza a poblarse desde las últimas décadas
del siglo XV, según referencias que aparecen en las actas del Concejo a finales
de ese siglo, y va desarrollándose a lo largo de los siglos XVI y XVII, como
nos indican las múltiples citas de Cervantes, Lope de Vega, Tirso de Molina,
Calderón, Moreto, Vélez de Guevara y otros escritores del Siglo de Oro, no
empieza a adquirir importancia en la vida de la Corte hasta el siglo XVIII
especialmente con la construcción de la Real Casa de Correos en 1747 y el motín
de Esquilache algunos años después. En los escritos de Ramón de la Cruz
encontramos muchas referencias a la Puerta del Sol en este siglo.
Ya
desde 1701 la estrecha plaza fue testigo de las entradas y huidas de la Corte
de Felipe de Anjou y el Archiduque
Carlos de Habsburgo, en las batallas que
libraron por el trono de España en la Guerra de Sucesión. El primero
recibido por los madrileños con aclamaciones y simpatía y el austriaco con
hostilidad y desprecio. Tanto que el
general francés Vendôme dijo “Jamás vi tal lealtad del pueblo con su rey” y el
archiduque Carlos, ante cuyo paso se cerraban puertas y ventanas, comentó: “Esta ciudad es un desierto"
Varias
décadas después, en 1776, la Puerta del Sol, junto con la Plaza Mayor y la de
Antón Martín, volvió a ser escenario de multitudinarias manifestaciones con
ocasión del motín de Esquilache.
Así vio GOYA el Motín
Unos
años antes la plazuela había sido objeto de una ampliación para la construcción
de un edificio que se mantiene en nuestros dias: la Casa deCorreos.
Reinando
Fernando VI el arquitecto madrileño Ventura Rodriguez recibió el encargo de
edificarla pero, con la subida al trono de Carlos III en 1759, fue el arquitecto francés Jacques Marquet el
designado para construirla y a Ventura Rodriguez se le encomendaron los pisos.
Aunque Marquet había venido a Madrid para encargarse de la pavimentación de la
ciudad, trabajó también en Aranjuez y El Escorial. Pero la crítica popular
comentó en relación con la ejecución de esta obras: “Al arquitecto la piedra,
la casa al empedrador”
La
Casa de Correos estaba destinada a la estafeta y correspondencia del Reino,
pero el Conde de Aranda, gobernador del Consejo y capitán general de Madrid,
hizo que en ella se colocara un gran “cuerpo de guardia o de prevención”, dada
la situación estratégica de la plaza en
la entrada de la ciudad y como lugar de encuentro de los madrileños y escenario
de posibles algaradas. El motin de Esquilache y los múltiples y variados
sucesos que en la Puerta del Sol tendrían lugar en tiempos posteriores darían
la razón al gobernador. Pero esta decisión de carácter militar o policial
obligó a Marquet a sacrificar la colocación de una gran escalera principal, lo
que dio lugar a la leyenda de que su falta se debió a un olvido del francés,
que terminó su obra el año 1768.
Dibujo
de la Casa de Correos del Senior de la Delegación de Madrid Antonio Hurtado de
Mendoza
En
el siglo XIX se levantó sobre el eje de la portada una torrecilla para colocar
en ella el reloj que había estado en la vecina iglesia del Buen Suceso,
derribada en 1854. Doce años mas tarde un relojero leonés establecido en
Londres, José Rodríguuez Losada, construyó y regaló a Madrid el reloj que
todavía funciona en lo que fue Real Casa de Correos y mas tarde Ministerio de
la Gobernación, Dirección General de Seguridad y, por fin, sede del gobierno de
la Comunidad de Madrid.
El
reloj que ha dado desde entonces la hora oficial del pais y las tradicionales
campanadas de los cambios de año, parece que en sus primeros tiempos no
funcionaba muy bien y el gracejo madrileño pronto le aplicó un maledicente –y
no siempre justo - comentario:
“Este reló
tan fatal
que hay en
la Puerta del Sol
-dijo un
turco a un español-
¿por qué
funciona tan mal?”
Y el
español con desparpajo
contestó
cual perro viejo:
Este reló es
el espejo
del
Gobierno que hay debajo”.
Tanto
durante la segunda mitad del siglo XVIII como en los dos siguientes la Puerta
del Sol, al convertirse en escenario principal de la vida de la capital, ha
sido objeto de muchas reformas y modificaciones. De ello se hablará en otro
capítulo.
Pero
las obras y urbanizaciones aun no han terminado. Precisamente el día 30 de
septiembre pasado el Colegio de Arquitectos de Madrid, apoyado por el
Ayuntamiento y la Comunidad, puso en marcha un nuevo proyecto de cambios, bajo
el lema PIENSA SOL que se ha presentado como un foro de reflexión con debates
abierto a los vecinos, comerciantes, sociólogos, historiadores y
urbanistas y un concurso internacional
de ideas para recoger propuestas sobre como debe recuperarse y mejorar la
Puerta del Sol, “foro destacado de la vida política y social española”, actual
“lugar de paso” por el que cada año (se dice) transitan 50 millones de
personas y al que el Colegio de
Arquitectos quiere convertir en “zona estancial”.
La
idea ganadora se conocerá en 2014. Si nuestros lectores tienen algún proyecto
especial pueden aportarlo. Esta es la ocasión. Y también de contemplar una
interesante exposición en la sede del citado Colegio en la que se presenta una
maqueta a escala 1:10 con fotografías, audiovisuales, información histórica y
datos relevantes de la histórica Plaza.
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